martes, 16 de noviembre de 2010

NO SOLO ES PARA LOS ANGELES

Una vez viendo televisión hubo algo que me llamó la atención, un grupo musical cantando en portugués, con una unción BRUTAL (extraordinaria) algo que traspasaba el televisor y llegaba a mí  provocando un llanto inesperado. Uno de los vocalistas contó una experiencia que tuvieron durante uno de los ensayos para aquel día, (mientras ensayábamos escuchamos una voz audible que todos escuchamos, dejamos de tocar y oímos como esa voz nos decía: “ su canto se ha unido al de los ángeles” )

A partir de ese día mi perspectiva en cuanto a la música cambio en gran manera, siempre había tenido en cuenta que la música debe ser de tal forma que llegue y toque el corazón de Dios y que ministre a todo el que la escuche y además que sucedan milagros y grandes maravillas, porque la música es un instrumento poderoso en el mundo espiritual; pero lo que sucedió ese día fue una gran revelación y me llevó a cuestionarme sobre lo que hacemos con la música hoy en día, tal vez a decepcionarme de muchos y hasta de mi misma.

La música es más que música, la música es un reflejo de adoración, de una vida llena de santidad y consagración, un reflejo de puro amor y un espejo de lo celestial.

No fuera transformante si no viniera del cielo. Cuantas veces nos hemos enfocado en la música como un medio de diversión, de desahogo, tal vez algunas veces para adorar a Dios y expresarle lo que sentimos, pero en realidad no le estamos dando el poder que ella merece, aquel poder insondable que traspasa la razón, que trastorna el mundo espiritual y físico, que hace mover la presencia de Dios de una forma sin igual, que destruye barreras y obras del diablo, que mueve la fe y ocurren milagros, transforma vidas, llena vacios y sobretodo que hace sonreír el corazón de Dios.

No solo es para los ángeles, sabemos que la adoración de ellos decora el cielo, pero ellos no son los únicos que pueden lograr esto, nosotros también. Dios nos ha dado un poder mayor al de los ángeles, nuestra fe activa el mundo espiritual de una forma extraordinaria. Nuestra adoración ha dejado de ser como la que Dios quiere recibir, no está siendo como la de los ángeles, el mover del Espíritu Santo ya no es el mismo en nuestras iglesias y si se mueve es por pura misericordia de Dios. Pero lo podemos lograr, podemos alcanzar a los ángeles y cambiar las estrellas, podemos lograr que Dios se mueva con todo su poder de una forma brutal.

¿Por qué no lo logramos hoy en día? Es tan simple y real: dejamos a un lado la BOA (biblia, oración y ayuno), nos dejamos llevar por lo superficial, por la moda, por lo que todo el mundo quiere hacer, por nuestra conveniencia, por el orgullo y el deseo de fama. Dejamos a un lado la santidad, la verdadera entrega a Dios, la consagración, y sobretodo EL AMOR. Podemos hacer de todo en esta vida, hacerlo bien y para Dios, pero si no tenemos amor nunca trastornaremos el mundo espiritual y  físico.

La música tiene que ver mucho con la adoración y la adoración es un estilo de vida. Tal vez muchos sirvan para ser músicos, pero muy pocos sirven para ser adoradores.


martes, 9 de noviembre de 2010

GLOBITOS CRISTIANOS

Un inicio desesperado de transformar con corazones vacios, es lo que hoy en día nuestra gente sufre.
Personas y acciones bonitas con un buen decorado es lo que se ofrece, lo que se es, lo que se siente.

Un mundo de emociones que apagan lo que verdaderamente Dios quiere hacer. Un grupo de globitos inflados,  aquellos corazones que solo se mueven por emociones, por pasar el tiempo, por el afán de crecer, verdadera hambre y sed de Dios pero que no se sabe controlar ni buscar porque nos enfocamos mas en aquella pronta solución que logramos ver sin esperar lo verdaderamente bueno que Dios tiene para cada uno.

Los globitos cristianos son aquellos que poseen un corazón súper inflado con emociones y sentimientos mal controlados, los que quieren recibir la unción pero que no esperan el momento indicado y quienes no quieren hacer ninguna clase de esfuerzo para recibir de Dios lo que necesitan, sino que actúan por sus propias fuerzas alimentando su ego, creyendo ser completamente llenos y satisfechos pero que en realidad en el ambiente se siente la necesidad de una transformación. Globitos que son ciegos y no ven la necesidad abundante porque se sienten satisfechos con lo que han logrado por su propio mérito, pero llega el día en que aquel globito esta tan pero tan inflado que se explota y no solo se hace daño a si mismo sino también a todos los que lo rodean.

Son globitos que todo el mundo ve, globitos de decoración muy bonitos pero que por dentro solo tienen aire, nada firme ni consistente, que aunque para decoración sean lo mejor Dios no tiene planeado hacer fiesta con ellos porque son superficiales y de poca duración.

Cada día nos dejamos engañar por lo que sentimos, caemos en el error de llenar nuestro corazón de aire por el afán de querer llenar una necesidad y lo queremos hacer en nuestras fuerzas, entonces nos apegamos a una situación, a un puesto, a una condición, a un ministerio, a una persona y dejamos a Dios a un lado creyendo que esas otras cosas llenaran nuestro vacio y aun sabiendo que es Dios el único que lo puede hacer no lo buscamos y no le permitimos que haga de nuestro corazón una tabla en la que El pueda escribir con su sangre su nombre y el amor que tiene por nosotros.

Somos vasos que se rompen con facilidad, oro que no se deja fundir. Somos globitos inflados con los que Dios nunca hará una fiesta.

Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿Quién lo conocerá?

Jeremías 17:9

martes, 2 de noviembre de 2010

EL LIDERAZGO


Primero que todo hay que decir que ser líder no es nada fácil.
Es algo que trasciende que va mas allá de lo que la mente humana puede concebir, ya que la meta mas aceptable es ser como Jesús.
Muchas veces en las iglesias nos llenamos de líderes, todos quieren ser líderes, todos tienen que ser líderes, pero al fin y al cabo ¿lideres de que o de quien?
Da tristeza ver como en los últimos tiempos las iglesias son más faltas de amor y no diciéndolo por sus pastores porque ellos son los que más se preocupan por las almas. Esto se dice por los líderes, nos hemos acogido al afán de ser líderes pero no nos hemos enfocado en el amor que se le debe implantar a aquellas personas que llegan por primera vez o aun así a los más antiguos. Nos queremos llenar de números pero ¿Dónde dejamos la calidad de personas?
Estamos trasformando el mundo haciendo crecer el cristianismo y enseñándoles de Dios, pero ¿ de verdad estamos implantando en otros el corazón de Dios? Son un sin número de preguntas que cuestionan el trabajo de un líder.
Para mi concepto un líder debe ser aquel que te guie pero no esperando nada a cambio, sino que su triunfo es el triunfo de sus discípulos. Un líder debe enfocarse en el amor hacia los demás y cuando logra enfocarse en esto lo vive y vive para dar ejemplo de Dios a sus discípulos.
Un líder siempre debe llevar la delantera, estar para guiar, pero también debe permitir que otros crezcan ya que el líder no es el único que puede triunfar.
Un verdadero líder es aquel que lleva a sus discípulos a la meta y este es su triunfo.
Lo que está pasando es que en la sociedad moderna los lideres y pues bueno la mayoría de las personas se enfocan en ser vistas y crecer pero en un nivel físico incontrolable y dejan atrás la unción, la presencia y el amor de Dios.
Por este motivo muchas veces no queremos estar en nuestras iglesias, no encontramos personas que en verdad nos edifique, porque hemos cambiado la cultura de la iglesia, donde antes abundaba el amor ahora la gente se separa por sus diferencias.
Reconozco que muchas veces nosotros los líderes hemos criado a nuestros discípulos de esta forma, y así no se puede. Puede que no tenga toda la sabiduría ni nada pero de algo si estoy segura y es que cada que un líder crezca debe enfocarse primero que todo en el amor porque es el único que hace que las personas permanezcan en la iglesia y sean de gran impacto al mundo.
La idea es ser portadores de amor, dejar atrás nuestra conveniencia, nuestro egocentrismo, y no buscar números, sino buscar calidad.

viernes, 22 de octubre de 2010

DIFERENCIA

Desde pequeña las cosas conmigo no han salido normalmente como los demás quieren,  y he crecido en una lucha contra mi misma tratando de hacer bien las cosas y queriendo satisfacer a los demás, como quieren ellos que yo actúe. Pero ha sido un fallido intento de luchar toda mi vida con lo que no he podido, y es que realmente he sido yo la que no he querido, es mi corazón el que me dice que tengo la diferencia y que lo malo me va a levantar hasta llegar a lo más bueno que nunca jamás imaginé.
Por otro lado está mi precioso Dios, Él fue el ocasionador de esta diferencia, él fue quien me hizo así y muchas veces no lo he visto por qué me inunda esa lucha constante por cambiar. Llega Él y me dice: yo creé en ti esa diferencia, déjate moldear. Y que hago cuando muchas veces no escucho su voz, porque mi diferencia me está llevando a enfocarme en lo malo que hago, mas nunca debo decir nunca.
Llega el día en el que me decido decir: ya no más. Y pues la vida empieza a tener otro rumbo, donde me doy cuenta de mi diferencia, cuando comienzo a luchar más pero al fin logro cambiar, puedo ver el verdadero rumbo que me puede dar la diferencia que Dios me da. No logro ser como todos quieren ni actuar como tales, pero logro hacer cosas más grandes que jamás nadie ha hecho y lo mejor es que nadie las ve. Es confuso, confuso ver mi diferencia, ver lo que Dios quiere hacer conmigo pero que aquellos a quienes quería satisfacer no lo ven.
Luego  cuando ya soy consciente de mi diferencia comienzan a venir cosas que me confunden, situaciones que creo están bien pero luego resulta que no, entonces me sumo en la confusión de no saber cual camino es el que debo coger, tantas cosas y personas que han llegado a mi vida al igual que los sueños que Dios ha puesto en mi y quedan detrás de una niebla que no me deja ver nada y me lleno de confusión que me lleva a desmotivarme y no tengo claridad cómo seguir.
Comienza Dios a obrar después de que le pido que haga algo transformante conmigo y actúa, renueva y remueve, y es por esto que no logro entender nada, porque miro lo que Dios hace con ojos humanos y no lo miro con  ojos espirituales y de esta forma es como la confusión llega mas y mas, pero Dios en su insistencia por hacer algo nuevo en mi me dice y me explica: hay cosas y personas que son buenas y que provienen de mi pero no todas son para ti. Entonces quedo triste y lucho por entender.
Y viene aquel momento en el que aun estoy en mi confusión pero logro entender que la diferencia que tengo proviene de Dios, que aunque la neblina me tapa el camino yo poseo una diferencia indescriptible porque aun así ni yo logro entenderla pero definitivamente se que todo esto proviene de Dios y que mis sueños llenos de diferencia me llevaran mas allá de donde nunca imagine y que en la vida vendrán momentos de confusión pero debo tener claro donde estoy y para que me quiere Dios.  Ya he conocido los propósitos que Dios tiene para mí solo me falta esperar y ver como los quiere cumplir Él, así yo piense en ocasiones que tarda mucho.
Lo que hace la diferencia es el creer, es el soñar, es el poder cambiar las cosas y el rumbo haciendo lo que no todos quieren hacer, debo creer en mí, en lo que Dios quiere hacer para mí y si nadie lo ve, pues mejor porque mas diferencia y originalidad tendrá. Pero eso sí, debo CEER en que puedo hacer la diferencia y soñar con trastornar el mundo aun siendo invisible.  Porque me dijo Dios: no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pes las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas. (2 cor 4:18)
Yo se que Dios lo hará porque así me creó y lo ha prometido.